viernes, 6 de julio de 2012

LO QUE NO TE CUENTO


Por estas fechas se cumplen cuatro años desde que comencé a ver a mi terapeuta. Nunca me ha molestado hablar de mi terapia con otras personas, ya que el comenzarla fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Gracias a mi terapeuta, he andado infinidad de caminos que quizás no podría haber encontrado sola. Durante los últimos cuatro años, me ha ofrecido su consejo profesional, su comprensión y su empatía. Ha sido mi espejo, mi paño de lágrimas y mi lugar seguro durante mis pequeñas y grandes tormentas personales.

Supongo que éstas son las razones por las cuales mis sesiones con él siempre me parecen cortas (aunque siempre me regale algo de tiempo). Y es que siempre me quedo con la sensación de que hay un centenar de cosas que no le he contado - por falta de tiempo o por mi incapacidad para expresarlas - y que éstas se quedan flotando en el aire entre nosotros (molestas e impacientes) para luego salir de la consulta detrás de mí y acompañarme (aún más molestas e impacientes) allá donde vaya. Mi terapeuta es la persona que más sabe de mi vida... incluso más que mi familia. Aun así, siempre siento que todo lo que, a mi pesar, no le cuento, podría llenar libros enteros con la letra más pequeña del mundo.


Dicen que en ocasiones, el silencio habla más que las palabras. Y es que todo lo que no sale de nuestras bocas, lo que nos callamos por pudor, por miedo, por educación, a veces es lo más importante. Uno de los grandes beneficios de acudir a terapia es que ayuda a expresar aquellas cosas que uno nunca se atreve a admitir, ni siquiera a uno mismo. Y creo que aquí está la clave: lo realmente importante no es lo que contamos a los demás, sino las conversaciones que mantenemos con nosotros mismos. A veces, aquellas cosas molestas e impacientes que no se han dicho, empiezan a mostrarse y a resolverse solas porque, sin darnos cuenta, hemos conseguido abrirles la puerta durante la sesión. Esto es un regalo y, cuando ocurre, hay que aprovecharlo para seguir caminando.


Qué difícil es lidiar con nuestras deseos más escondidos, qué duro es admitir que existen, que nos importan, que no son banales. Nos preocupa ser diferentes... y a veces, nos preocupa no serlo. Ir contra la corriente - ya sea por elección o por azar - no es un viaje fácil. Luchamos por ser nosotros mismos en un mundo que pretende pensar por nosotros y decirnos cómo nos debemos sentir.

Así que a veces - casi sin querer - acallamos nuestras palabras, dormimos nuestros cuerpos, anestesiamos nuestras mentes y nuestros corazones... pero no podemos olvidar que ésta es la forma más cobarde de vivir.

Estoy intentando aprender que resignarme a no conseguir todo lo que quiero es vivir a medias. Yo, que nunca me conformo, que nunca me acomodo, que siempre sigo caminando, buscando y aprendiendo (porque es la única forma en la que me entiendo), tengo un cachito de mi vida escondido por puro miedo. Mi reto es comprender que esa niña aterrada no soy yo, que yo soy demasiado grande para el miedo, demasiado fuerte para la melancolía, demasiado valiente para la resignación.

Cuando era pequeña, mis padres me enseñaron a no desistir nunca, a seguir caminando. Hoy, me lo siguen enseñando con su ejemplo cada día. Tengo la suerte de tener una vida llena de personas que me enseñan a seguir hacia delante, por muchas veces que tropiece en el camino.
Y ya es hora de echar a andar.



4 comentarios:

  1. Siempre abriendo caminos, siempre pensando en recorrerlos y descubrir nuevas cosas. Desde que te conozco ese ha sido tu carácter, difícil olvidarlo. Adelante Parisà llegarás donde desees llegar.
    Un gran abrazo.
    María.

    ResponderEliminar
  2. No me cabe la menor duda de que conseguirás todo aquello que te propongas,eres una magnifica mujer y un maravilloso ser humano.
    Lo mejor del camino, es el mismo camino.

    ResponderEliminar
  3. Ay, Pari!
    Tenemos que hablar!
    Laura

    ResponderEliminar
  4. Dear cousin,
    I am so happy that you have a therapist that has given you a safe place to open up and share your inner most feelings. It is a wonderful feeling to know there is a place you can go that everything is safe and you can learn about yourself. I love you and know that you are a strong woman with a heart so huge and filled with overflowing passion, compassion and dreams. We come from a strong family and the idea of never giving up is passed along to all of us. I wish you all the love and peace always.

    ResponderEliminar